Ya no más Katy Perry
- eldiario.es
- 14 jun 2017
- 2 Min. de lectura

En diez años, cinco discos mediante, Katy Perry ha pasado de ser una perfecta desconocida a una de las artistas globales más rentables para industria, capaz de asaltar las listas de ventas en EEUU como nadie lo había hecho desde los tiempos de Michael Jackson. Diez años es también tiempo más que de sobra para que Perry reflexione sobre su propia condición de icono pop y se plantee hacia dónde debe encaminar su carrera.
En la ronda promocional previa al lanzamiento de este disco, con una imagen que rompe radicalmente con la Katy Perry que habíamos conocido hasta ahora, la californiana ha reconocido abiertamente sus debilidades (alcoholismo, pensamientos suicidas,...) y ha afirmado que Witness es el trabajo que ejercerá de testigo de su cambio artístico y vital. "Un disco que conecta, relaciona e inspira", dijo hace unos meses sobre esta nueva colección de canciones que, efectivamente, muestra una Perry más madura y menos dada al colorín, tanto en el aspecto lírico como en el musical, planteándose su propia posición dentro del circo mediático ("Because I’m feminine and soft / but I’m still a boss" explica en Hey Hey Hey, para rematar poco después en Bigger Then Me "I’m just another robot / Taking up oxygen").
Matices al margen, su quinto álbum no la va alejar de la lucha que mantiene desde hace tiempo con Taylor Swift por el trono del pop superventas blanco. Witness es música de consumo concebida para asaltar los charts, por mucho que en sus dos temas más certeros, las colaboraciones con Nicki Minaj y Migos en Swish Swish y Bon Appétit, se acerque con acierto al exquisito pop enfocado a las pistas de baile de su tocaya británica Katy B. En cualquier caso, y por sutil que sea, bienvenido sea el reencuadre.
Comments