López Obrador presenta plan para combatir corrupción.
- ESPECTADOR COAHUILA
- 11 ago 2018
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Este plan "es importante por que es la suma de las principales acciones para combatir la corrupción y lograr austeridad republicana en el Gobierno. Para que se aplique lo que decía (el presidente) Benito Juárez, para que el funcionario viva en la justa medianía", dijo el líder izquierdista en una rueda de prensa desde sus oficinas en la colonia (barrio) Roma de la Ciudad de México.
El futuro mandatario de México, que asumirá el cargo el 1 de diciembre, describió los 50 puntos de este rompedor programa de austeridad, que aseguró que acabará con los "métodos de la política tradicional".
El primero de ellos es un conjunto de medidas “con el propósito de que haya austeridad republicana y no se permita en el Gobierno la corrupción”.
Este incluirá modificaciones a la ley orgánica de la administración pública para reducir el gasto corriente; es decir, “bajar el sueldo de altos funcionarios” en beneficio de los de trabajadores de otras profesiones como enfermeros, médicos, maestros, policías, soldados y marinos.
Sin embargo, los sueldos de los servidores públicos intermedios no se reducirán, “y los que ganan menos tendrán un aumento progresivo”.
En esencia, el Plan de Austeridad Republicana busca un mayor ahorro del gasto corriente de la administración pública para poder canalizar los recursos a programa sociales como la pensión universal para adultos mayores y el programa de becas y prácticas profesionales remuneradas para jóvenes.
Algunos de estos 50 puntos son de sobra conocidos, como la reforma de la Constitución para que el presidente en funciones pueda ser juzgado por delitos electorales y corrupción o la cancelación de las pensiones de los expresidentes.
También la conversión de la residencia oficial de Los Pinos en un espacio cultural y la integración del Estado Mayor Presidencial, el cuerpo militar de elite de Presidencia, a la Secretaría de la Defensa Nacional.
También se eliminarán fueros y privilegios para funcionarios públicos y se considerará un delito grave el tráfico de influencias, la corrupción y el robo de combustibles.
Se dará "absoluta autonomía" a la Fiscalía General y la Fiscalía electoral habrá de castigar "cualquier fraude".
Habrá transparencia en la declaración de bienes de los funcionarios, no se adquirirán vehículos nuevos y se eliminarán bonos, se cancelarán gastos médicos y se limitarán los viáticos.
Para eliminar la alta burocracia, se prevé reducir el 70 % del personal de confianza y en un 70 % el gasto de operación.
Además, en línea con el salario del presidente, los funcionarios que perciban más de un millón de pesos anuales (52.826 dólares) también padecerán ajustes de hasta la mitad de su nómina.
Entre otras, se plantea reducir el 50 % del multimillonario gasto de publicidad del Gobierno Federal.
Además, habrá un gran control en licitaciones y compras públicas.
Se prohibirán también la convivencia entre funcionarios y contratistas.
Y se favorecerá la transparencia y legalidad en las obras públicas, con observadores ciudadanos y de las Naciones Unidas.
En las contrataciones internacionales se buscará que las empresas ganadoras provengan de países que combaten la corrupción.
Asimismo, se revisarán los actuales contratos para asegurar que no hay tráfico de influencias.
"Si hay anomalías (en estos contratos), se acudirá al Congreso o a tribunales nacionales e internacionales. Siempre por la vía legal", aseguró el futuro mandatario, que aseguró que este es el plan de austeridad estipulado "por ahora" y pidió a quienes desconfían de su programa paciencia para lograr "la concordia".
Para llevar a cabo este plan, que contempla un severo adelgazamiento del gasto, se presentarán las leyes necesarias al Congreso, concluyó.
A lo largo de este fin de semana, López Obrador ha mantenido reuniones con los futuros integrantes de su gabinete.
Tras estos encuentros a puerta cerrada, el izquierdista y su equipo dieron a conocer algunas primera medidas, como la reducción de la Secretaría de Gobernación (Segob) de 7 a 3 subsecretarías.
O la eliminación del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), al que López Obrador acusó de espionaje, para crear una nueva agencia nacional de inteligencia.
Tras varias invitaciones y rumores, también se anunció que el papa Francisco participará por videoconferencia en los foros para lograr la paz y debatir una posible ley de amnistía a criminales en México.
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